MUDD ARCHITECTS: ¿CONSTRUIR CON DRONES?

Combinando técnicas y materiales tradicionales con nuevas tecnologías, la arquitecta Stephanie Chaltiel ha desarrollado una nueva forma de edificar o rehabilitar espacios –incluso en remoto– para misiones humanitarias o proyectos con poco presupuesto.

El enfoque de Stephanie Chaltiel, francesa afincada en Barcelona y cofundadora del estudio MuDD Architects, sobre la edificación no pasa desapercibido: recupera materiales locales y técnicas de construcción tradicionales para concebir una arquitectura alejada del hormigón, mucho más verde y ecológica, pero en la que también tienen cabida las nuevas tecnologías, como el empleo de drones. Ha sido una de las estrellas indiscutibles del proyecto ATLAS, en el Mad Design Festival 2022, coordinado por Marisa Santamaría. Las nuevas tecnologías son la clave de esta la innovación arquitectónica, son rápidas, limpias, sostenibles y a Stephanie le ofrecen la posibilidad de edificar o rehabilitar espacios –incluso en remoto– en situaciones de crisis o en comunidades de riesgo. Drones para recubrir un refugio con arcilla, un método de construcción rápido que podría utilizarse en campos de refugiados y zonas de desastre.

Tecnología y vuelta a los orígenes

En la mente inquieta de Chaltiel cohabitan las nuevas formas de construir y ocupar los territorios urbanos con la vuelta a los orígenes. La francesa se remonta a lo que era volver a "vivir en la cueva" combinando tecnologías existentes con tradición. "Ambas convivían de forma paralela pero nunca habían interactuado, como el uso de drones para pintar o construir. No es una utopía"

La filosofía de MUDD Architects se basa en construir, habitar y regenerar lo existente. Chaltiel subraya que no hace falta obra nueva sino adaptar lo que hay: actualizar lo que ha sido construido y que se pueda volver a intervenir a lo largo de los años. El papel de las nuevas tecnologías es la de mejorar los acabados, aislamientos etc. La edificación siempre ha evolucionado, pero a través de las personas implicadas en el proceso de construcción. ¿Llegará un momento en que los humanos dejarán de ser parte del proceso? Chaltiel es rotunda. "No, al revés. Al dron hay que pilotarlo. El pilotaje de los drones es muy preciso y requiere mano de obra altamente cualificada por lo que los costes son altos. Se requiere de formación para cualificar a estas nuevas profesiones emergentes".

Durante el Festival de Diseño de Londres de 2018, la arquitecta francesa y su equipo construyeron Mud Shell, un resistente refugio abovedado con sacos de heno unidos a un cierre de madera que luego se roció con una mezcla de arcilla y fibra con un dron. ¿Las ventajas? Un trabajo de semanas de recubrimiento a mano se reduce a minutos con el dron y se puede llegar a áreas de difícil acceso. La arcilla actúa como pegamento, solidificando la estructura y los ingredientes mas sólidos como la arena o el polvo de mármol se usan como absorbentes. El proceso se consolida con la adición de fibras a la mezcla para prevenir la rotura.

Un año después van un paso más allá y crean Terramia un prototipo que puede ser usado para misiones humanitarias o proyectos con poco presupuesto. La estructura se forjó sobre un esqueleto de bambú (recogido a 20km de Milán) en tiempo récord y se usaron drones para cubrirlo con la tela hecha a medida. La tecnología de drones se utilizó de nuevo para rociar la mezcla aislante de barro y fibras. El proceso, que tuvo lugar Milan Design Week de 2019, ofrece de nuevo una nueva visión de la arquitectura de estos pequeños vehículos aéreos mostrando las capacidades y aplicaciones potenciales. Sostenibilidad a abaratamiento de costes.

¿Estamos avanzando hacia un nuevo modelo constructivo y sostenible de las ciudades? Pronto lo veremos…

Fuente: https://www.elledecor.com/es/arquitectura/a39698217/stephanie-chaltiel-mudd-architects-construir-drones-arquitectura/

10/05/2022